martes

IV Maratón de Montaña " Pueblo de los Artesanos"

2 Octubre 2.011
Como siempre que hay carrera, sobre todo si es una Maratón, el día arranca muy temprano, hay que llevar los "deberes y las digestiones" hechas, además tengo desplazamiento de 40 minutos, disfruto mucho del momento de ir conduciendo con música, viendo como amanece y pensando en como se desarrollará la carrera. El termómetro marca ya 18º a esa hora, otro día de calor, aunque afortunadamente en la zona de salida corre bastante viento fresco.

Salida de la prueba combinada
Después del ritual de retirada y colocación de dorsal, saludos varios, intercambio de intenciones y calentamiento ligero se da la salida, por delante 42 kilómetros largos y tortuosos con un pico silueteado en la lejanía que marcará toda la carrera. Los 11 primeros  transcurren por la dehesa, caminos empedrados con algunos repechos cortos y un riachuelo que trato de rodear para evitar tener que llevar el resto de la carrera los pies mojados, salgo tranquilo y cómodo en torno a 5:30 min/km, midiendo distancias y reservando para momentos posteriores, hace bastante viento lateral y la sensación térmica es agradable.
Salida del Castillo de Portezuelo
Llegamos a Portezuelo, los avituallamientos son una fiesta, aldeanos jaleando "ánimo valientes", niños chocando palmas, te hacen sentir especial por un momento. Justamente al salir del pueblo, comienza de verdad la carrera, subida durísma por una vereda hasta el Castillo, que hacemos andando, en fila india y con las manos en los cuadriceps, algunos se paran a tomar resuello, menos mal que es corta; al coronar se divisa ya  la zona que nos pondrá a cada uno en nuestro lugar.
Subiendo un repecho


Alcanzo a Jose Manuel, un compañero, vecino y colega curtido en mil batallas que hace la Media y comenzamos la parte más técnica que discurre por toda la cresta de la Sierra, veredas, arbustos espinados, ramas, piedras y peñas que hacen que no puedas más que mirar hacia abajo sino quieres verte en el suelo, sin perder de vista las cintas de baliza, no hay camino y una equivocación te haría difícil volver al recorrido; varios kilómetros lentos en los que me encuentro mejor de lo que esperaba y que me hacen adelantar bastantes posiciones, escalando unas peñas, casi rapelando en otras y llegamos con las piernas arañadas a una gran bajada donde lo espectacular es ver como se tiran algunos "kamikazes" ladera abajo.
Este tipo de carreras se hace entretenida, cuando te quieres dar cuenta ya han pasado 20 kms. y más de dos horas, sientes cansancio en las piernas pero no sientes la agonía del ritmo umbral del asfalto. Precisamente iba pensando esto cuando al girar a la izquierda por indicación de un voluntario te encuentras " La pared", un cortafuegos vertical lleno de corredores-alpinistas casi colgados de la montaña, dos kilómetros de escalada pura y dura que tardo casi 28 minutos en coronar, adelantando a gente sentada o parada tomando un respiro, la visión es impresionante tanto si miras hacia arriba como hacia abajo, son más de las 11:00h y es la primera vez en toda la mañana que noto el calor y el sol sobre la nuca.
Cortafuegos del Silleta
En la cima hay un avituallamiento y me tomo un respiro admirando todos los alrededores y sabiendo que he superado lo más duro del terreno, no así de la carrera, ya sé que en cualquier Maratón lo duro empieza en el 30; los Llanos de Cáceres a lo lejos, el río Tajo y el Almonte, el Puerto de los Castaños por donde pasa la Vía de la Plata, el Convento del Palancar por debajo, del que se dice que es el Monasterio más pequeño del mundo y donde vivió como un eremita San Pedro de Alcántara, y a lo lejos, muy lejos aún Torrejoncillo, nuestro destino final.
La bajada se hace agradable por pistas forestales, salvo por una ligera quemazón que me empieza a molestar en la zona de apoyo de ambos pies y que empiezo a temer que desemboque en sendas ampollas , así hasta llegar a la bifurcación que toman los de la carrera corta, no es una Media propiamente dicha porque han hecho casi 26 kms. y la tentación al ver el arco de meta de ellos está ahí, sin embargo no dudo ni un segundo, miro la pista hacia adelante y sigo.
Comienza la bajada
Después de un pequeño repecho y una bajada por una trialera de piedras que me resiente aun más los pies llegamos de nuevo a la zona de dehesa, lo que queda es llano pero esos últimos 10 kms. ya sabemos como son, llevo los pies abrasados y el calor ya va haciendo estragos, 28ºC son muchos para el final de una Maratón y lo único que queda es correr como buenamente puedo y pararme en los avituallamientos a beber tranquilamente, mojar la gorra y echarme agua por encima.
Aún con eso me salen varios kilómetros a menos de 5:20 min/km y recupero varias posiciones. Sobre el km. 38 se me apaga Joselito, ha aguantado más de 4 horas como un valiente, ahora voy ciego pero solo se trata de correr, mirar hacia adelante y seguir corriendo, cuando veo el pueblo a lo lejos me flaquean las fuerzas, disminuyo el paso casi al trote mínimo y todavía me da para pasar a dos corredores que van andando, aunque a mí también me pasa otro en el último kilómetro
Ya veo el arco, no tengo reloj pero la impresión es que ha sido una buena carrera y que entraré con menos de 4h30'. Me quito la gorra al cruzar la meta, segunda Maratón completada, al pararme a andar casi no puedo apoyar los pies, me quito las zapas y veo las ampollas que intuí mucho antes.
Soy un principiante en esto, aún así considero que no es una carrera demasiado exigente por el terreno, además creo que se queda algo corta de distancia. La exigencia la da la participación, aunque no tenga desniveles excesivos, salvo la subida al pico del Silleta por el cortafuegos, al combinarse con una Media y un cross donde la participación es más popular, el nivel en la Maratón es bastante alto, sólo hay que ver que a pesar de una buena carrera fui el 30 de 42 llegados a meta con 4h22'12'', 40 en menos de 5 horas y no me puedo explicar todavía como algunos fieras pueden correr por estos terrenos y entrar en meta en poco más de 3h 5', que es lo que hizo el vencedor.
Me ha gustado la experiencia, te aporta sensaciones increíbles, sin duda repetiré en el futuro, pero no por ello la Montaña me va a monopolizar, también me gusta correr a lo que para mí es un ritmo exigente, también me gusta el asfalto. Próxima parada, Sevilla.

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