21 Noviembre 2.010
Hace tiempo, me preguntaba en esta entrada si merece la pena tanto sacrificio - personal, laboral y familiar- en los entrenamientos para luego tener un mal día el día de la competición objetivo; bueno, pues hoy yo he tenido uno de esos días por los que SÍ merece la pena, he disfrutado como nunca.
El día ha empezado muy temprano, tengo que desplazarme 120 kms y estar en Jarandilla sobre las 9:00 am. Como siempre que tengo competición, me encanta ir conduciendo tranquilamente escuchando música e imaginando como se desarrollará la mañana. Según va amaneciendo, el cielo se muestra espectacular, con colores dignos del mejor cuadro impresionista; cerca ya de Jarandilla atravieso un nubarrón que se vacía en cinco minutos, dejando tras de si un Arco Iris de lujo sobre el arco de salida y con el fondo de la sierra salpicada por el blanco de las primeras nevadas.
En el calentamiento, me cruzo y saludo a Miguel Angel Gamonal, campeón de España de Maratón, que ha tenido a bien acercarse por su tierra para correr esta carrera, también tengo tiempo de cambiar impresiones con otros conocidos, el tiempo se mantiene estable y empieza a salir el sol, y así estará afortunadamente toda la carrera.
Me colocó en la salida, a unos 10 metros de "los buenos", donde se ve a Gamonal, El Mouaziz, Nadij y algunos otros "galgos". La salida es rápida, como siempre me emociono demasiado y pongo una buena marcha, los siete primeros kms. son un continuo sube-baja y los hago a una media de 4:28/km, sobre el km.7, se gira a la derecha y salimos a un camino de cabras que se pone vertical, aquí ya me planteo que esa no es mi guerra, he venido a rodar, así que no me cebo en esas cuestazas con piedras sueltas, e incluso hago tramos andando viviendo la carrera y viendo el esfuerzo de los corredores, uno de esos kms. se me va incluso a 7:15/km. Sobre el km. 10 se vuelve a llanear y mis piernas me vuelven a pedir marcha, así que me pongo a 4:20 y empiezo a pasar a muchos de los que me adelantaron en la subida, cruzamos la carretera y aparece un cuestón de cemento de aupa que se pierde en la distancia, así que vuelven a adelantarme algunos "escaladores", no quiero forzar las piernas ni las pulsaciones más de lo debido.
A continuación viene la parte más peligrosa, un descenso por un camino lleno de piedras en los que llevo precaución, de aquí hasta el final ya vamos por asfalto, llaneando hasta el 15 por una carretera estrecha flanqueada por un bosque precioso que se tiñe de colores otoñales, en este punto se gira de nuevo a la derecha y se asciende una pendiente enorme de un par de kilómetros hasta Guijo de Santa Bárbara, un pueblo que se encuentra arriba en la Sierra, en esta subida vuelvo a poner las marchas cortas y cojo un respiro andando al final de la cuesta, este respiro hace que comience con fuerzas los últimos 4 kilómetros, cuesta abajo y acelerando aunque sin forzar mucho, que luego sé que los cuadriceps se van a quejar, aún así son los kms. más rápidos a 3:56, 3:49 y 3:58/km antes de llegar a meta muy contento y bastante relajado, a ver si localizo alguna foto.
El año pasado, compitiendo hice 1:41:53, este año regulando y haciendo las subidas y las bajadas fuertes más controladas 1:41:56, eso sí a mi garmin le siguen faltando más de 300 mts. Mi intención era hacer un tiempo parecido y casi lo clavo.
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