lunes

III Media Maratón de Coria

15 Mayo 2.010
Nunca antes había competido por la tarde, pero esta tarde en concreto se presentó perfecta, sol tibio, ligera brisa refrescante, 17º.  La ocasión se presentaba ideal para realizar una buena carrera, tengo la sensación de que mi estado de forma actual va mejorando día a día y era la ocasión de confirmarlo, además podía viajar con mi familia a la carrera y pasar una bonita tarde de primavera.
En el preámbulo de la carrera se realiza un cross de 2.000 metros para los niños donde se pueden apreciar caras de ilusión y nerviosismo en ellos, muchos  es la primera vez que se ponen un dorsal, fue una gozada verles correr, cada uno en sus posibilidades; si a algunos de ellos les pica el deporte y siguen en ello tras unos años merecerán la pena todos los esfuerzos realizados.
Para la Media Maratón, tenía pensado desde un principio atacar la 1:40 a pesar de que sabía por compañeros que la segunda mitad se hace dura, así que decidí correr con el virtual partner del Garmin y lo fije a 4:42, y me propuse que no se me fuera el muñeco más de un minuto costase lo que costase. El Virtual partner, para el que no disponga del Garmin es un contrincante virtual al que le puedes fijar el ritmo que quieras, y luego en la pantalla del pulsómetro salen 2 muñequitos compitiendo, el virtual partner y tú, de forma que con un simple vistazo puedes saber si vas en ritmo y la diferencia que hay entre los muñecos. 
A las 19:30 se da la salida, como las condiciones de salida son muy favorables, callejeando por calles siempre en descenso, marco los 4 primeros kms. a 4:25-4:30, con muy buenas sensaciones y manteniendo un ritmo cómodo, atravesamos el puente que muestro en la cabecera y ya nos adentramos en caminos de tierra, entre huertas, campos de olmos y terreno práticamente llano. Aquí lo importante en una carrera poco masificada es no quedarte sólo, así que aprovecho la última bajada para pegarme a un grupo de tres corredores con los que hice varios kilómetros en torno a 4:40-4:45 hasta llegar a un pueblecito donde retomamos camino de asfalto. Justo antes de llegar al km. 10 salimos de nuevo a camino y afrontamos un repecho duro, aunque con la sorpresa de que se encuentra lleno de gente celebrando una romería; fue gracioso ver a un monton de gente en medio del campo haciendote un pasillo animándote como si estuvieramos subiendo un puerto en el Tour, a mí hasta me llegaron a ofrecer una litrona, que obviamente rechacé y aproveché para acelerar un poco. Este parón por el fuerte repecho y la romería hace que haga ese km. a 5:06, a pesar de ello cruzo el 10 en 46:07, a una media de 4:37 lo que me hacía cumplir con el tiempo calculado.
Desgraciadamente, el firme en esos momentos empieza a estropearse y aparecen zonas con grava y piedras sueltas donde los tobillos y el cronómetro empiezan a renquear, son 3 ó 4 kms. que sólo puedo sacar a 4:53-4:55, a pesar de esto voy pasando corredores y a partir del km. 14 vuelvo a sentir buenas sensaciones, mi correr se hace fluido, los caminos se alisan y son los momentos que más disfruto de la carrera a pesar de ir sólo, hay gente que sale de sus casas de campo o de sus huertas para animar y la verdad es que se agradece, así que el crono vuelve a los 4:40 hasta el 17 y los muñequitos del pulsómetro siguen cerquita, por esa zona me adelanta un corredor que viene en solitario acelerando, me da por mirar hacia atrás y no veo a nadie, al menos 300 mts. sin nadie, así que como no quiero seguir tan solitario intento pegarme al que me ha pasado, no lo conseguí, iba bastante fuerte, aunque no se me fue en un principio más de 30-40 mts., no me quisé cebar porque sabía que quedaba lo peor; y que razón tenía, en el 18 ya se notan algunas rampas, pero es que al torcer desde el camino paralelo al río y atravesar un puentecillo de piedra me encuentro una pared enorme que llaman Cuesta del Cubo con un 12% de desnivel en 300 mts. A mitad de la cuesta paso a bastantes corredores andando y yo estoy a punto de hacer lo mismo, entonces, no sé porqué, pero recuerdo el libro de Murakami y el que quería que fuera su epitafio " Al menos aguantó sin caminar hasta el final", y eso es lo que hice, eso sí a un ritmo cochinero que apenas me dejaba elevar las rodillas.

Hay mucha gente animando con gritos en la parte final de la cuesta que tiran de ti hacia arriba, logrando encumbrar la cima a 5:45 ese km. y 174 ppm, casí casí mi límite prenáuseas; pequeña bajada para recuperar un poquito, atravieso una plaza llena de gente en las terrazas que no dejan de animar, lo que te eleva la moral para afrontar los últimos 1.500 mts en ligera subida pero que despúes de lo anterior casi agradezco,  ya veo la meta al final de la recta e intento acelerar aunque creo que no lo consigo;  a 200 mts. para la llegada paro a recoger a mis hijos que se muestran dispuestos a acompañarme y así cruzamos los tres la meta entre el aplauso del público, yo viéndoles las caras casí me emociono. Y final de crónica, los últimos 4 kms. empeoraron mi ritmo medio hasta 4:44/km y tiempo final de 1:39:51 oficial.
Antes de una carrera, tenemos un objetivo, a menudo llevamos semanas dándole forma. Según nuestro estado anímico , podemos cambiar de objetivo en el curso de la temporada de carreras, unas veces queremos bajar marca, otras nos conformamos con terminar fuerte o simplemente queremos ver que podemos correr sin que nos duela la zona recien recuperada de una lesión. 
Una vez que llega el día intentamos que todo se resuelva con satisfacción, vivimos la carrera intensamente, y puede que logremos el objetivo, y puede que no. Dicen los más grandes competidores que han aprendido más de las derrotas que de los éxitos, es posible, lo importante es ir acumulando experiencias y vivencias. En los días siguientes a la carrera, todavía fresca en la memoria, le damos vueltas a nuestra estrategia, recordamos sensaciones en diferentes partes del recorrido, es decir corremos varias veces de nuevo intentando solventar los errores cometidos, pero cuando ha pasado mucho tiempo, quizas el recuerdo de la estrategia, de las sensaciones e incluso del recorrido se va perdiendo entre tantas carreras; para recordar todo esto tenemos las crónicas de nuestros blogs, que se vuelven imprescindibles si hay que repetir carrera, y el testimonio gráfico de las fotografías que tan desinteresadamente (casi siempre) relizan conocidos, espectadores u organizadores y a los que desde aquí doy las gracias por ponerlas luego a disposición del que quiera descargarlas y así dedico esta entrada a todos ellos. Gracias a ellos he podido obtener testimonio gráfico de la Media Maratón de Coria del sabado pasado para poder en un futuro recordar las buenas sensaciones que me dejo:

PREPARANDO LA SALIDA 










CALLEJEANDO Y CRUZANDO EL PUENTE ( Apesar de lo que parece no iba el primero, je, je)








CORRIENDO POR LOS CAMINOS Y UN COMPAÑERO AFRONTANDO LA CUESTA DEL CUBO EN EL KM. 20  ( Estos fueron 2º y 3º en meta con 1:11)



  
LLEGANDO A META Y CON MIS HIJOS AL TERMINAR.


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