martes

V Maratón de Montaña "Pueblo de Artesanos"

30 SEPTIEMBRE 2012
No hacen falta grandes causas, la motivación se puede encontrar en un simple gesto, en un instante de emoción.
Subida al Castillo de la Marmionda, a 300 mts. de la salida
Camino a la carrera mientras veía una gran luna llena ocultarse al oeste justo al mismo tiempo que el sol salía por el lado contrario pensaba que mi objetivo en esta prueba era sentirme completo en todos los terrenos calculando bien la estrategia y creo que lo conseguí.
Comparada con otras de montaña no es una Maratón de las más duras aunque casi 43 kilómetros con 2.800 metros de desnivel acumulado tampoco es precisamente un paseo, pero tienes de todo, es humilde (250 corredores en el total de las pruebas) y la organización es sobresaliente, subidas y bajadas técnicas, caminos para correr, veredas, cortafuegos, paso por tres pueblos con animación....este año han variado el recorrido y ha sido un acierto, pracicamente han cambiado 10 kms. llanos que había al inicio por 10 kms. de puro monte tras subir el cortafuegos del Pico de Silleta. 
Paso por el Castillo
La carrera comienza a las 9h30'en el pueblecito de Portezuelo, el día ha salido fantástico y la salida es fulgurante para lo habitual en estas carreras, pero es que a 300 mts. de la salida ya hay que meterse por una vereda para subir al Castillo de Marmionda en fila india y nadie quiere perder demasiadas posiciones, mi pensamiento era subir andando el duro repecho, pero estoy bien colocado y me dejo llevar por mis compañeros de carrera que suben corriendo, pues nada, ya dosificaré después.
Tras el paso por el Castillo, la carrera discurre por la Cresta de la Sierra de Valdecocos  hasta su zona más alta, es una zona que los traileros llaman técnica, pero en realidad es como si tuvieras que ir haciendo parkour por lo alto de la Sierra, saltos entre peñas, agacharse bajo los arbustos, derrapar, correr, trepar con las manos, buscar las cintas de baliza, cuidar los tobillos. Esta zona la hago tranquilo y mantengo prácticamente la posición, hasta que al girar a la derecha en el km. 3 se vislumbra un gran cortafuegos en descenso en el que varios corredores me pasan como volando, me imagino un tropezón y como se formaría una gran bola de corredores rodando cuesta abajo como en los comics, aunque yo bajo bien, pienso que es demasiado pronto para arriesgar y mi descenso es tranquilo. 
Subida al Pico de Silleta, 2 kms de ascenso puro y duro
El tramo siguiente es de caminos, con ligeros toboganes, es un tramo apto para correr, pero decido regular y guardar fuerzas, me pasan bastantes corredores y les voy anotando la matrícula, creo que excepto dos, todos fueron cayendo después uno tras otro. Uno era un chico portugués con el que estuve alternando posición continuamente toda la carrera, finalmente entró delante de mí por algún problemilla de estómago que tuve al final, pero es reconfortante pensar en un deporte en el que has estado compitiendo casi 5 horas y como tras cruzar la meta un chico que no conoces de nada, en este caso de otro país, te espera para darte la mano y felicitarte por la carrera.
Sobre el kilómetro 7 me pasan como una moto los primeros clasificados de la Media, que salieron 10 minutos después de nosotros, llegamos a un pueblecito pequeño, semiabandonado pero precioso, El Arco y tras avituallarnos bien comenzamos la escalada al Pico de Silleta, primer cortafuegos, dos kilómetros al 30% de desnivel que tardo unos 25 minutos en subir, sin prisa pero sin pausa, y aquí si empiezo a pasar corredores, mis paseos subiendo la Sierra de la Mosca, parece que empiezan a dar sus frutos. 
Parada de repostaje
Tras coronar el Pico comienza el terreno nuevo de este año para los maratonianos, que incluye una bajada vertiginosa por una vereda empedrada hasta el pueblo de Cañaveral que me dejó las piernas literalmente temblando y varios tramos durísimos, destacando  el cortafuegos del Reventón que por su nombre deduciréis como es.
Comienza otra subidita
Todos estos kilómetros los hago junto a mi amigo portugués y recuperamos bastantes posiciones, en las subidas ya se empiezan a ver andares cansinos, corredores parados y caras expresivas de fatiga, además uno de los avituallamientos lo han puesto en una casa rural muy coqueta, a una hora en que el sol ya empieza a calentar, con su césped recién cortado, sus hamacas y su piscina impoluta que no invitan precisamente a continuar subiendo cortafuegos, pero como aquí hemos venido a esto, parada técnica, lavado de cara, refrescarse y a continuar.
Cotafuegos del Reventón, nombre muy apropiado
Tras la última subida dura lo que queda de carrera es primero en descenso hasta el km. 30 y después todo llano, aunque los pies ya van castigados de tanta piedra y es difícil encontrar frescura en la zancada, hago un par de kilómetros en torno a 5'/km y aunque voy muy bien de piernas el calor se empieza a sentir más y más. 
Km.32 y con ganas de correr
En uno de los avituallamiento quizás bebí más de la cuenta, el estómago se me llena de líquido y sigo teniendo sed, bebo más y con algunas naúseas no puedo seguir a ese ritmo, mi amigo el portugués se me va poco a poco, decido andar un poco en el kilómetro 38 y no volver a beber, en el último avituallamiento solo me enjuago la boca seca, ya voy mejor y empiezo a correr ya hasta la meta, al poco de cruzarla echo los tres o cuatro últimos vasos de líquido que tenía en el estómago y me quedo como nuevo, 4h44' y con la sensación de haber podido llegar 10 ó 15 minutos antes arriesgando un poco más al principio, en las bajadas y sin los problemas finales.
Felicito a mi cuñado que ha hecho una gran carrera en la Media ( en realidad fueron 27 kms.) y al ver la primera hoja que sacan de la clasificación, veo que de los 18 primeros, sólo hay uno de mi categoría y el tiempo del puesto 18 es de 4h34', así que espero a ver como he quedado, cuando sacan la segunda hoja veo que he quedado 27 de la general y 3º de mi categoría de veteranos, así que tuve que quedarme hasta que llegó el último corredor a las 4 de la tarde, no me iba a perder la ceremonia de entrega de regalos y la primera vez que subo a un podium, a mis años, será posible.
Podium, no sé si merecido, pero al menos sí inesperado.

No hay comentarios: