lunes

III Media Maratón Valdehúncar-Navalmoral

13 Diciembre 2.011

Cuando de camino a Navalmoral el termómetro del coche marcaba -2ºC en algunos tramos, ya me imaginaba que mi dolorida garganta y mi nariz taponada sufrirían el aire gélido de la mañana. Afortunadamente el sol asomaba limpio y sus primeros rayos prometían templar la sensación térmica. Dudé hasta última hora qué ponerme para correr, finalmente decidí complementar mi vestimenta con guantes, buff de forro polar, malla corta y camiseta térmica bajo la indumentaria, además de las gafas de sol.
Me coloqué bastante adelantado en la salida con el fin de coger velocidad crucero en torno a 4:15 desde el principio porque a pesar del catarro me sentía muy bien de fuerzas y quería aprovechar esta oportunidad; lo que me descolocó un poco fue comprobar que los tres primeros kilómetros nos metían por un camino de tierra con algunos charcos que había que ir saltando, esto unido a la aglomeración de corredores y que el primer kilómetro era ascendente, hizó que forzará quizá más de la cuenta, mi respiración empezó a entrecortarse y al aspirar el aire frío el pecho empezó a molestar llegando a toser en varias ocasiones.
Quisé regular cuando volvimos al asfalto, pero vi que ya había perdido algo de tiempo con respecto a Joselito ( que iba a 4:15 clavado el jodío y así acabó ) y volví a forzar el ritmo. Por ese tramo me adelantaron muchos de los corredores que normalmente salen más tranquilos pero que empiezan a darle fuerte luego, trataba de unirme a algún grupo adecuado pero no encontraba una buena situación en carrera, iba respirando agitado y el frío me rozaba la garganta con lo que un tramo de cuesta arriba de dos kms. me sale a 4:52, demasiado tiempo perdido.
Si quieres hacer 1h30' en 21 kms. obviamente tienes que hacer algo menos de 30' cada 7 kms. y yo pasé este punto en 31'41'', casi dos minutos que ya me aseguraban una recuperación imposible. De todas formas, no sé si por el sol que empezaba a emitir rayos más tibios o porque las piernas se fueron soltando, empecé a respirar mejor y continué a buen ritmo marcando los siguientes kilómetros en torno a 4:12, para llegar al 10 en 44'15''.
A partir de aquí, salvo por otra cuesta en el km.12, el ritmo subió y las buenas sensaciones volvieron, cayendo casi todos los kilómetros entre 4:07 y 4:17. En el 14 precediendo al avituallamiento me tomé uno de los nuevos geles con el que no noté ningún efecto añadido, creo que volveré a los powerbar con cafeína; para entonces el perfil ya era favorable con una larga cuesta abajo de varios kilómetros que casi, casi me hizo más mal que bien, ya que al llegar posteriormente a una calle adoquinada en el centro las piernas me temblaban del sobresfuerzo de la bajada y el ritmo volvió resentirse. 
Después de callejear por Navalmoral con buen ambiente de público, al girar en una rotonda vi a lo lejos el arco de llegada, a falta de 300 mts. se podía distinguir el reloj de meta marcando 1h29', volví a acelerar en el momento de ver como cambiaba a la 1h30' y este fue el minuto más corto de mi vida, los números caían inexorablemente y tenía la sensación de que mis piernas se movían en el aire porque no avanzaba a pesar que adelanté a dos corredores, a falta de pocos metros cayó el 31' y unos segundos después entré con una sensación extraña, había luchado toda la carrera a pesar del mal inicio, hice mejor marca personal y me sentía vencedor, a pesar de esto me habían faltado 70''. La próxima vez, espero ver la 1h29' ya detrás del arco de llegada.
No olvidar de incluir en la crónica una organización perfecta y un avituallamiento final espectacular donde había de todo con barra libre incluida, el bocata de jamón con una cerveza fría y patatas fritas, de lujo.

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