sábado

I Rock'n'roll Madrid Maratón

22 Abril 2.012
Siempre habrá montañas que escalar y retos que conseguir para todos. Yo quiero ser el pionero de mi propia aventura.

Reto 3 meses, 3 maratones conseguido, Sevilla 3h36', Badajoz 3h31' y Madrid 3h49'.
Fin de semana largo que se presentaba ideal para compaginar dos de mis aficiones preferidas, viajar y correr, así  hemos podido pasear, tapear, ver animalitos y seguir conociendo Madrid durante el sábado y el lunes y dejar el correr para la mañana del día favorito del runner, el domingo.

No las tenía, sin embargo, todas conmigo este domingo. Sabía que podía culminar mi reto pero debía gestionar muy bien los tiempos para llegar con opciones, primero de acabar, y después de acercarme a las 3h45' que me había fijado de objetivo, prácticamente no había entrenado en serio las últimas semanas debido a la lesión del gemelo y las fuerzas después de lo recorrido este año ya estaban bastante justas, en esto había trabajado mentalmente los últimos días y a pesar de la vorágine de saludos, nervios, abrazos y caras que reconocía al acercarme a Correos, no me distraje.
Quedada en Correos. Foto de Raúl
Aun a fuerza de que me olvide de alguien a quien ruego de antemano que me perdone, me atrevo a citar a los que saludé para que pueda recordarlo al leer esto en el futuro. Al primero que reconocí y saludé fue a Victor, inmediatamente después a Marcos, Halfon, Alex, Tomás y Jan. Sergio le puso una cara a un gato con botas, saludé a Raquel, Belén, Rafa, Jaime, Raúl, Yolanda, Charlie, Satur, Pepe y a otros que no conocía. El último en aparecer fue Espíritu ( González) y eché de menos poder conocer a Tania, a Fer, a Juan de triclinium (aunque ahora lo veo en la foto) y a Javi (unyko), espero que coincidamos pronto en otra.
Con Alex camino de la salida.
Me fui con Alex buscando el cajón 3, al final lo encontramos tras pasar por lo que quedaba de los baños a cinco minutos de empezar, no sé como alguien que expulsa eso del cuerpo puede luego correr 42 kms. Veo a Alex muy concentrado y le deseo suerte, creo que no era día para seguir su ritmo y después he podido comprobar que no me equivocaba ante el carrerón que hizo, así que en el momento que la ola de corredores empieza a moverse le pierdo la pista.
Me dejo llevar por la marea sin mirar crono, solamente escuchando la música de fondo y tratando de ir cogiendo ritmo muy poco a poco. En el Bernabeu veo que me he dormido un poco, una cosa es ir tranquilo y otra que se me vayan los primeros kilómetros cerca de los 6 minutos, así que comienzo a buscar mi velocidad crucero de 5:15, difícil de conseguir porque no creo que en todo el recorrido haya más de 500 metros llanos-llanos.
Palacio Real. Foto de mi hijo
Impresionante el tsunami multicolor subiendo por Raimundo Fernández Villaverde, las bandas al borde de la carrera de las que destaco una en la que había una vocalista a lo Chrissie Hynde, el ambientazo de gente por Fuencarral, Gran Vía, Preciados, Sol y casi en volandas llegar al Palacio Real donde me espera mi familia, saludos, besos y sigo camino de la Media que paso casi sin enterarme en el tiempo que había previsto en un principio, 1h52'.
Paso por la Media. Foto de Guillermo
Es entonces cuando me despierto del sueño en el que había estado inmerso hasta entonces y decido empezar a correr un poco. Aunque a muchos se le atraganta, el paso por el Paseo de la Florida y la Casa de Campo lo disfruto corriendo de verdad, con flow, llevo en el recuerdo la cantidad de veces que he leído entradas sobre circuitos, tapias y lagos, me tomo mis semillas de soja saladas del Mercadona, bebo agua y mi ritmo se acelera casi sin querer, adelantando corredores a menos de 5'/km. Sé que lo puedo pagar después, pero en ese momento no me importa, estoy corriendo un Maratón, estoy corriendo por la Casa de Campo en Mapoma y lo quiero sentir.
Casi tapado, en el km.31 a la salida de la Casa de Campo. Foto de Raul
A la salida, subo la cuesta rodeado de gente jaleando, como si estuviera tirando de una bici camino de Alpe d'huez, impresionante. Alcanzo a Victor sobre el km. 31, me comenta que está empezando a pasarlo mal, me anima a seguir porque llega terreno favorable y sigo adelante, con buen ritmo hasta atravesar el puente junto al Calderón.
km. 37, ya se nota el paso de tantos kilómetros
Paso el km.35 en 3h04', pero en la primera de las cuestas fuertes empiezo a perder fuelle, parece que la inactividad de las últimas semanas me empieza a pasar factura y noto una gran pérdida de fuerza muscular. No fue de golpe, simplemente me empezaron a pesar las piernas, a doler las rodillas, a notar rígido como una piedra el gemelo y seguí corriendo por inercia, aun así seguía adelantando a mucha gente andando en los tramos duros, es pura magia, durante esos largos minutos el cuerpo se niega a seguir, estoy deseando parar, que llegue el final cuanto antes, pero no paro, sigo corriendo porque a la vez estoy saboreando hasta la médula la esencia que busco cuando corro una Maratón.
Cuando alcancé la Puerta de Alcalá, supe que lo había conseguido, mi reloj ya marcaba las 3h40' y también tuve la certeza que en los últimos 5 kilómetros se me había escapado la última puja. La recta de meta se me hizo larga, antes de parar el crono en 3h49' tuve tiempo de acordarme de Sevilla, donde tambíén tuve un bajón al final, de Badajoz donde hice los últimos kilómetros a  4'40'', de los días que intentaba correr lesionado y mi mujer me recibía preocupada cuando oía abrirse la puerta diez minutos después de salir de casa, de las largas tardes con luz que me esperan corriendo por la Sierra.
Tuve tiempo de darme cuenta que no tengo escapatoria, que pronto estaré tramando nuevos retos, nuevos objetivos, ni más ni menos valiosos que los de los demás, pero que  perseguiré con ahínco porque serán los míos.
  

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